El simbolismo de este animal tiene cierta complejidad y determinaciones secundarias de carácter mítico. En el sentido más amplio y universal, es un símbolo de la fuerza y de la potencia de la libido. En la tradición de la India, los elefantes son las cariátides del universo. En las procesiones, son la montura de los reyes. Es muy interesante que, por su forma redondeada y por su color gris blanquecino, se consideren símbolos de las nubes. Por los cauces del pensamiento mágico, de esto se sigue la creencia en que el elefante puede producir nubes y de ahí la mítica suposición de la existencia de elefantes alados. La línea elefante-cima de monte-nubes, establece un eje del universo. Probable derivación de clara impronta primitiva, el uso del elefante en la Edad Media como emblema de la sabiduría, de la templanza, de la eternidad e incluso de la piedad.
En la mitología hindú, KAMA, el dios del amor, aparece sentado sobre un elefante simbólico.
En la imagen, GANESHA. Como PARVATI, la consorte de SIVA, desea tener un hijo propio, esto es, por sí misma, crea a GANESHA frotándose el cuerpo mientras se da un baño y lo deja escondido en su habitación, exactamente en su puerta. Cuando SIVA intenta entrar, el niño, asustado, se lo impide, y en el forcejeo, SIVA le corta la cabeza. PARVATI suplica a su esposo que le devuelva la vida, por lo que SIVA le coloca la primera cabeza que encuentra: la de un elefante. Así pues, a GANESHA se le representa con cabeza de elefante, cuatro brazos y sentado sobre una rata (= habilidad para superar obstáculos), aunque en otras iconografías el animal puede ser sustituido por un armadillo, un tapir o un topo.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:
CIRLOT, J.E.: Diccionario de símbolos. Siruela, 1997.
WILLIS, R.: Mitología del mundo. Evergreen, 2006.
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