La serpiente es un animal dotado de fuerza magnética. Por su muda d e piel, también es signo de resurrección. Por su carácter reptante significa la fuerza. Los autores antiguos creían que, al mudar de piel, se desprendía también de su vejez. Se le ha considerado también el más espiritual de los animales. Según Zimmer, la serpiente es la fuerza vital que determina nacimientos y renacimientos, por lo que se le identifica con la Rueda de la Vida. Esta identificación aparece expresada en la imagen dle Ouroboros o serpiente que se muerde la cola; la mitad debe ser clara y la otra oscura, como el símbolo chino Yang-Yin, lo que expone la ambivalencia esencial de la serpiente y su pertenencia a los dos aspectos, positivo y negativo, activo y pasivo, constructivo y destructivo. La serpiente, además de por su forma circular que la asociaa una posición cósmica, aparece relacionada con frecuencia con otros elementos. El más frecuente es el árbol. Unidos ambos prefiguran míticamente a Adán y Eva. Por otra parte, la imagen de la "serpiente emplumada", propio de la América precolombina, supone la síntesis de los contrarios (cielo y tierra). La contraposición de dos serpientes, como en el caduceo de Mercurio, indica el equilibrio de fuerzas. La multiplicación de cabezas sólo resalta la significación de la misma, como ocurre en numerosos mitos y cuentos folklóricos. Para los alquimistas, la serpiente señala "lo femenino en el hombre" y ciertos rasgos andróginos. La serpiente domada y su sacrificio implican la sublimación de la fuerza y la aceptación de la muerte.
19 de noviembre de 2008
SERPIENTE
La serpiente es simbólica por antonomasia de la energía, de la fuerza pura y sola; de ahí sus ambivalencias y multivalencias. Una de las razones de su diversidad simbólica se deriva de que éstos provienen o de la totalidad de la serpiente o de uno de sus rasgos dominantes: avance reptante, asociación frecuente al árbol y analogía con sus raíces y ramas, muda de la piel, lengua amenazante, esquema onduloso, silbido y agresividad por en lazamiento a sus víctimas. Otra razón depende de la localización de su vida: hay serpientes que vieven en los bosques, serpeintes del desierto, serpientes marinas, serpientes de lagos y estanques, de pozos y fuentes.
El culto de las serpientes, en la India, está vinculado a las aguas. Las serpientes son poderes protectores de las fuentes de la vida y de la inmortalidad, así como de los bienes superiores simbolizados por los tesoros ocultos. En Occidente, Bayley interpreta que la serpiente, por su esquema onduloso similar a las ondas marinas, puede significar la sabiduría abisal. Pero en multiplicidad y en el desierto, las serpientes simbolizan las fuerzas de destrucción, siendo asimiladas entonces a las tentaciones. Para Diel, la serpiente indica no la culpa personal, sino el principio del mal inherente a todo lo terreno. El mito nórdico de la serpeinte Mitgard expresa lo mismo. Hay una evidente conexión de la serpiente con el principio femenino. Según Gressman, Eva puede haber sido una diosa fenicia arcaica del mundo subterráneo, personificada por la serpiente. De ahí la relación de numerosas deidades mediterráneas que se representaban llevando una serpiente en una o ambas manos (Artemisa arcadia, Hécate, Perséfone) o con cabellos de serpiente (Gorgona, Erinias). En Europa central existe la creencia de que, si se entierran pelos arrancados a una mujer bajo el influjo lunar, se transforman en serpientes. Ya en Egipto aparece con frecuencia la serpiente, signo que fonéticamente corresponde a la letra Z. En el Libro de los Muertos, los reptiles son los primeros en aclamar a Ra cuando aparece sobre la superficie del Nou. En general, los nombres de las diosas presentan el signo de la serpiente, como indicación de que por la mujer se desliza el espíritu hacia lo material y el mal.
En el caso del OUROBOROS, como ya se ha dicho, se trata de un dragón o serpiente que se muerde la cola. Simboliza el tiempo y la continuidad de la vida. Suele llevar en sus representaciones una inscripción que dice:Hen to Pan ("el Uno, el Todo"). Ha sido interpretado también como la uniçon del principio terrestre de la serpiente y el principio celeste del pájaro, una síntesis que se aplica obviamente en el dragón. Según Ruland, sería una variante simbólica de Mercurio. En algunas representaciones, la mitad del cuerpo es clara y la otra oscura, aludiendo a la contraposición de principios. Según Evola, supone la disolución de los cuerpos, la serpiente universal que camina a través de todas las cosas. Para Neuman, en cambio, guarda relación con el simbolismo matriarcal, con la creación del mundo, ya que el acto de morderse la cola sería símbolo de autofecundación. En algunos manuscritos, el Ouroboros aparece con la mitad de color negro (símbolo de la tierra) y la otra mitad de color blanco y moteada de puntos (como las estrellas, el cielo), lo que ratifica la idea de conjunción y de hierogamia. Según Sarró, la serpiente Ouroboros se refiere a la idea de una naturaleza capaz de renovarse a sí misma cíclica y constantemente, como también así lo señaló Nietzsche en El eterno retorno.
BIBLIOGRAFÍA BÁSICA:
CIRLOT, J.E.: Diccionario de símbolos, Siruela, 1997.
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