La colocación del Purgatorio es antitética a la del Infierno. Se trata de una montaña, mientras que el Infierno es una cavidad subterránea. Se encuentra situado en una gran isla que lo contiene por completo y con forma de cono truncado. A los pies se halla en Antepurgatorio, donde están las almas de los que esperan ser admitidos y que en vida dejaron el arrepentimiento hasta el final. El Antepurgatorio se divide en cuatro repechos: en el 1º esperan las almas de los que murieron en estado de excomunión, es decir, condenados por la Iglesia pero que se arrepintieron al final (como Manfedro); en el 2º, las almas de los que fueron perezosos y tardíos en arrepentirse (como Belacqua); en el 3º, los pecadores que tuvieron una muerte violenta (Pia de' Tolomei); el 4º es un valle florido donde esperan los príncipes negligentes, los que no se ocuparon de la misión política que se les encomendó por voluntad divina.
Dante cae en un profundo sueño y es transportado por Santa Lucía ante la puerta del Purgatorio, ante la cual se encuentra el Ángel Custodio, quien le graba en la frente con la punta de su espada siete letras P (los siete pecados capitales), que después le serán borradas. El Purgatorio tiene siete cornisas: en la 1ª, están los soberbios, que cargan con grandes peñascos; en la 2ª, los envidiosos, quienes llevan el cilicio y tienen los ojos cosidos con un hilo de hierro; en la 3ª, los iracundos, sumergidos en humo profundo de la noche; en la 4ª, los acidiosos, que van siempre corriendo; en la 5ª, los avaros, postrados en tierra y atados de pies y manos; en la 6ª, los glotones, enflaquecidos hasta ser sólo piel y huesos; y en la 7ª, los lujuriosos, envueltos por un mar de fuego.
En el Purgatorio, a diferencia del Infierno, las penas son dobles: primero, las almas padecen sufrimientos y después, deben superar la fase de preparación para el Paraíso. La preparación exige la contemplación de exempla morales. Los soberbios deben contemplar autorrelieves sobre la Anunciación o el Arca. Los envidiosos oyen ejemplos de caridad pregonados por voces misteriosas. Los iracundos ven imágenes de mansedumbre. Los perezosos oyen ejemplos de solicitud. Los avaros escuchan a Hugo Capeto, quien pronuncia ejemplos de pobreza y generosidad. Una misteriosa voz pregona a los glotones ejemplos de templanza. Y los lujuriosos cantan ejemplos de castidad o subrayan la gravedad de los pecados, recordando casos como los de Sodoma y Gomorra o Pasífae. En el Purgatorio, un personaje llamado Marco Lombardo le hace a Dante una revelación: Dios creó dos instrumentos, el Imperio y la Iglesia, para evitar el pecado y aspirar a la vida eterna. Pero los dos están siendo atacados por la maldad y están siempre en constante peligro. No obstante, le anuncia que el mundo volverá a ser regenerado por el "Quinientos y cinco diez". Por el momento, Dante deberá apoyarse en otras dos fuerzas: la Filosofía y la Revelación, esto es, Virgilio y Beatriz.
Pia de' Tolomei
Canto V. Antepurgatorio, repecho de los muertos violentamente y arrepentidos en el último momento. Pia era una hermosa muchacha, casada con el déspota Paganello Panochieschi. Este cruel noble había estado ya casado en dos ocasiones y deseaba casarse con otra rica mujer. Entonces, decidió deshacerse de Pia arrojándola por una ventana del castillo. Versiones posteriores apuntan a la posibilidad de que su marido la habría matado por celos, pero no es probable.
Manfredo
Canto III. Primer repecho del Antepurgatorio. Manfredo, hijo de Federico II y de Blanca Lancia, murió en 1266 tras haber intentado asumir la herencia de su padre y haber luchado contra el papado (Inocencio IV, quien lo excomulgó, Alejandro IV y Urbano IV), y contra Carlos de Anjou, bajo cuyas tropas sucumbió. Destaca por su atractivo y belleza. Dante simpatiza con el joven y le atribuye en la obra un arrepentimiento salvador antes de la muerte. Manfredo quiere contarle la verdad sobre su muerte para que, cuando regrese a la tierra, se la cuente a su hija Constanza. En torno a su muerte se había creado una leyenda según la cual su cuerpo fue enterrado fuera del lugar sagrado y cubierto por grandes piedras. Pero el obispo mandó trasladarlo cerca del Río Verde. Manfredo le dice a Dante que, si el obispo hubiera leído correctamente el pasaje evangélico sobre el arrepentimiento, su cuerpo yacería en tierra sagrada.
Cantos VI y VII. Virgilio y Dante se encuentran con el poeta y trovador Sordello di Goito. Su vida es digna de novelas de aventuras. Raptó a la bella Cunizza deRomano, epsosa de Ricardo di Bonifatio, a cuyo servicio se encontraba el poeta. Huye de una posible cólera del noble y anduvo errante por las principales cortes d ela época, siendo muy apreciado como hombre de armas y letras. Estuvo prisionero en Navarra y fue liberado poco después por mediación del papa Clemente IV. Ya liberado, obtuvo cinco castillos en recompensa por sus servicios. Murió poco después. Escribió su obra en provenzal, sobre todo, poemas amorosos, pero destaca por una obra en la repasa la mayor parte de los soberanos de su tiempo. De hecho, el encuentro con Sordello sirve para que les guíe al valle de los reyes. Sordello y Virgilio se abrazan primero como paisanos (misma condición), pues ambos son de Mantua; después se abrazan según la costumbre por la que los escritores de mayor dignidada abrazan por el cuello a los menores. No se sabe por qué Sordello está en el Antepurgatorio. Dice que no le han puesto "lugar fijo" y es el encargado de enseñarles el Purgatorio, ya que Virgilio no lo conoce.
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