20 de febrero de 2009

DIVINA COMEDIA (III) de Dante Alighieri


PARAÍSO


Dante llega de pronto al Paraíso Terrenal vuelve a caer en un sueño en el que se le aparece una bella mujer, la joven Lía (símbolo de la vida activa). Se despierta y es acompañado por Virgilio a las orillas del Leteo, al otro lado del cual aparece otra hermosa mujer, Matelda. La siguen y se internan en una luminosa floresta. Aquí tiene lugar una especie de procesión, encabezada por siete candelabros de oro y seguida por 24 ancianos de blanco y cuatro animales en un carro. A la derecha del carro van tres mujeres (de rojo, de verde y de blanco); a la izquierda, cuatro mujeres de púrpura. Detrás del carro caminan dos ancianos, otros personajes y, al final, otro anciano, que parece dormido. La procesión se detiene y aparece Beatriz. En ese momento, desparace Virgilio. Beatriz le indica a Dante que para cruzar el río debe expresar su arrepentimiento. Se sumerge en el Leteo y se arrepiente, expía sus culpas para poder salir.

El Paraíso tiene una topografía compuesta por nueve cielos, más un décimo que es inmóvil (Empíreo). A cada cielo le corresponde uno de los nueve coros angélicos. ero existe también otra subdivisión: en los tres primeros cielos (Luna, Mercurio, Venus) hay espíritus que en vida evitaron los instintos y utilizaron la razón, es decir, la TEMPLANZA; en los tres siguientes (Sol, Marte, Júpiter) habitan espíritus que practicaron la PRUDENCIA, la FORTALEZA o la JUSTICIA; en el séptimo (Saturno) están los espíritus que practicaron la VIDA CONTEMPLATIVA y se encuentran más cerca de Dios.


Primer Cielo: Luna.
Movido por el primer coro de Ángeles. Dante y Beatriz llegan a él volando desde el Paraíso Terrenal. Están los espíritus que en vida faltaron a los votos por culpa de la violencia de otros, pero aún así se mantuvieron fieles. Estos espíritus se ven como ángeles reflejados, vagamente. Piccarda Donati.

Segundo Cielo: Mercurio.
Está movido por el segundo coro de los Arcángeles. Aquí se encuentran los espíritus que actuaron en vida para conquistar fama y honor. Su apariencia es casi nula, casi un tenue resplandor. Justiniano.
Tercer Cielo: Venus.
Movido por el tercer coro, el de los Principados, está habitado por las almas de los que estuvieron sujetos al influjo del amor y son luces que giran. El poeta Folco de Marsella, el príncipe Carlos Martel y Raab, la meretriz de Jericó.
Cuarto Cielo: Sol.
Movido por las Potestades. Aquí encontramos los espíritus de los sabios, danzando en tres coronas. En la primera corona tenemos a Santo Tomás de Aquino; en la segunda, a San Buenaventura y en la tercera, la más luminosa, otros sabios que Dante no llega a identificar.
Quinto Cielo: Marte.
Movido por las Virtudes, en este cielo hallamos a los espíritus que combatieron por la fe. Son luces que brillan en forma de cruz, formada por dos rayos blancos. Carlomagno, Orlando.
Sexto Cielo: Júpiter.
Este cielo está movido por el coro de las Dominaciones y está habitado por las almas de los justos y los piadosos, los que aplicaron la justicia con rectitud y caridad, como David, Trajano, Constantino.
Séptimo Cielo: Saturno.
Movido por los Tronos. Aquí se encuentran los espíritus contemplativos. Son resplandores colocados en una escalera de oro que sube yan alto que Dante no alcanza a ver el final. Unos suben, otros están quietos y otros bajan (los tres grados de la contemplación). San Pedro Damián y San Benito.
Octavo Cielo: el de las Estrellas Fijas.
Movido por los Querubines. Aquí se le aparecen a Dante el Triunfo de Cristo, rodeado de los bienaventurados (luces ardientísimas), la Virgen (coronada por luminosidad); después se le presentan tres apóstoles que le interrogan: San Pedro (la fe), Santiago (la esperanza) y San Juan (la caridad). Dante supera los tres exámenes y se le aparece Adán, que le explica la naturaleza del primer pecado.
Noveno Cielo: el Primer Móvil o Cielo Cristalino.
Movido por los Serafines. Dios se le aparece a Dante como un punto de luz excepcional. Beatriz le explica la estructura de las jerarquías celestes y la belleza de la muchacha le resulta al poeta superior a la de los mismos ángeles.
Décimo Cielo: Empíreo o sede del Paraíso Celeste.
Se trata de la común morada de los ángeles y los bienaventurados. Es una esfera que recubre el Primer Móvil. A Dante se le aparece un río de luz que se trsnforma en un anfiteatro en cuyas gradas se van sentando los bienaventurados. Esta forma constituye la ROSA SEMPITERNA o CÁNDIDA ROSA. A los pies de la Virgen María está Eva. En la tercera fila, junto a Beatriz, está Raquel. Más allá están las mujeres hebreas sara, Rebeca, Judith y Ruth. Por otra parte, están San Francisco, San Juan Bautista, San Agustín, etc. A la izquierda de la Virgen, se encuentran Adán, San Pedro, Moisés, San Juan Evangelista, Santa Ana y Santa Lucía.
Para que pueda ver a Dios, intercede la Virgen María y Dante tiene entonces una triple visión: la presencia del Cosmos en Dios; la unidad y la trinidad de Dios, y la Encarnación. Aquí termina el sueño de Dante.

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